Después de no poder salvar la vida de Visari, el sargento. Tomas Sevchenko y Rico Velasquez se reagrupan con el Capitán Jason Narville fuera del palacio imperial. Con los cruceros Helghan preparándose para atacar su flota, se ven obligados a abrirse camino a través de las ruinas de Pyrrhus, sacrificando la mayor parte de su armadura y mano de obra restantes para llegar a un punto de extracción cerca del borde de la ciudad. El almirante Orlock, comandante del Primer Ejército, es presionado por Jorhan Stahl, presidente del fabricante de armas Stahl Arms, para asegurar la destrucción total de la ISA o entregarle el control del ejército. Mientras tanto, Rico recibe una transmisión de Jammer, un francotirador cuyo pelotón ha sido aislado por los Helghast. En contra de las órdenes de Narville, va a ayudarlos. El resto de la fuerza intenta unirse a la flota, pero la interferencia del enemigo hace que varios barcos sean derribados, lo que obliga al resto a irse sin los hombres de Narville.
Seis meses después, Stahl pide una votación en el Senado Imperial de Helghan para destituir a Orlock por incompetencia, pero su solicitud es denegada. Furioso, Stahl termina la cooperación de su compañía con el Primer Ejército y organiza su guardia personal para cazar a la ISA, que ha establecido una base en una jungla remota cerca de uno de sus cruceros destruidos. Mientras trabajaban para restaurar el enlace ascendente de comunicación de la base, los soldados se enteran de que la UCN acordó un alto el fuego con los Helghast, abandonándolos efectivamente. La transmisión es interceptada por los hombres de Stahl, quienes posteriormente atacan el campamento y matan a todos excepto a Tomas y Narville, quienes son tomados cautivos.
El pelotón de Rico y Jammer, que ahora se hacen llamar los Raiders, emboscan al convoy y liberan a Tomas. Llevan a cabo varios ataques contra las instalaciones de Helghan en el área y finalmente llegan al campus principal de Stahl Arms. Al enterarse de que Stahl planea ejecutar públicamente a Narville, Tomas y Rico se ponen los uniformes de Helghast y lo rescatan a él y a sus compañeros de prisión. Al acceder a la computadora central de la compañía, descubren que Stahl ha construido su propia armada armada con armas impulsadas por petrusita irradiada, lo suficientemente poderosas como para destrozar organismos vivos. Creyéndose el sucesor legítimo de Visari, Stahl tiene la intención de ganarse el favor de Helghan conquistando la Tierra misma.
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